Los contenedores flexibles intermedios a granel (FIBC) son perfectos para manipular, almacenar y transportar materiales húmedos, por su durabilidad, asequibilidad y flexibilidad. El transporte de materiales húmedos plantea algunos retos únicos, ya que incluso la más mínima grieta en el contenedor puede provocar la contaminación o la pérdida de materiales.
Por su diseño, los FIBC se construyen utilizando hebras tejidas de polipropileno, que forman una malla finamente tejida. Lamentablemente, estas mallas permiten que el líquido se filtre a través de las pequeñas aberturas de la bolsa. Para obtener la mejor protección contra las filtraciones, hay que añadir un forro de polietileno, ya que es la forma más sencilla, asequible y eficaz de evitar que el material se filtre y que entre agua.
El peso es primordial cuando se trata de transportar materiales húmedos. Los materiales cargados de agua pesan mucho más que los productos secos, por lo que cuando tenga en cuenta el peso del material que transporta, recuerde que debe añadir el peso del líquido que contienen. La carga de trabajo segura (SWL) más común para los FIBC es de aproximadamente 1.000 kg. A veces hay sacos con una carga de trabajo segura de unos 1.800 kg. Por tanto, busque una bolsa que pueda soportar ese peso.
Los materiales húmedos pueden obstruir la boca de descarga inferior de la bolsa. Para superar este problema, se puede optar por bolsas con boquillas de descarga sobredimensionadas o con una descarga de fondo completa, en la que todo el fondo de la bolsa cae durante la descarga (casi como un pañal, por lo que de hecho se denomina bolsa de fondo de pañal).
Algunos productos están demasiado húmedos en el momento del almacenamiento -el cáñamo industrial o la biomasa, por ejemplo- y eso podría dar lugar a posibilidades de formación de moho. Para los productos muy húmedos se recomiendan las bolsas sin revestimiento. El tejido utilizado en las bolsas no recubiertas permite que el producto respire. En última instancia, esto es lo que ayuda a evitar la formación de moho. Pero no hay nada mejor que un forro de bolsa, ya que puede sellarse herméticamente para evitar que la humedad salga o entre (contamine) el contenido de la bolsa.
Asegúrese de que compra sus bolsas a un distribuidor de confianza que entienda realmente sus necesidades. Deben conocer los retos específicos asociados al almacenamiento y transporte de materiales húmedos.
