Los sacos a granel FIBC son sacos fabricados con tejidos flexibles para contener y transportar mercancías de un lugar a otro. Los sacos suelen ser de polipropileno, con o sin revestimiento. Estos sacos están especialmente diseñados para el almacenamiento de productos secos como arena, fertilizantes, etc. El transporte se realiza con ayuda de palés o bucles. Estas bolsas suelen estar diseñadas con paredes gruesas, lo que las convierte en la opción adecuada para almacenar materiales pesados. Las paredes gruesas ayudan a estos sacos a proteger los materiales voluminosos secos de las condiciones climáticas externas y de la humedad.
Hoy en día, con los cambios climáticos extremos que se están produciendo drásticamente y el calentamiento global acaparando los titulares, el mayor conflicto viene con que las bolsas sean ecológicas. Sin embargo, además de la sostenibilidad, también nos preocupa que los productos sean respetuosos con el medio ambiente. Hoy en día, las empresas se enfrentan a una gran presión para utilizar productos respetuosos con el medio ambiente debido a las grandes exigencias de los consumidores. Las bolsas FIBC son la última alternativa ecológica a las bolsas de plástico. Las bolsas FIBC son una opción fácil de reciclar, ya que dejan menos huella de carbono. Como las bolsas a granel FIBC están hechas de polipropilenos, son una opción eficaz para la sostenibilidad frente a las condiciones climáticas adversas y la humedad. El uso de polipropilenos hace que la bolsa sea mucho más fácil de reciclar y, por tanto, más respetuosa con el medio ambiente. Además, los sacos pueden plegarse fácilmente y guardarse en cualquier esquina, por lo que no resultan difíciles de almacenar. Además, las bolsas FIBC evitan la contaminación de cualquier material presente en ellas con la naturaleza, protegiendo así la vegetación contra cualquier material industrial nocivo, como fertilizantes, etc. En conclusión, los sacos FIBC son una forma rentable de proteger la Tierra de forma inofensiva.
